Más allá de la atención médica, los hospitales reflejan las lógicas, los sistemas y las prácticas que los estados administran sobre la salud, son hitos y referentes en el espacio de las ciudades y resuenan de muchas formas en las memorias de las comunidades que orbitan a su alrededor. Así, el espacio hospitalario es un magnífico escenario para pensar la relación del patrimonio y la salud, no sólo como un lugar, un objeto o una manifestación, sino como un proceso complejo atado a la vida, a las memorias y a las narraciones de un grupo.